Mona Lisa Acelerada

martes, octubre 02, 2007

Los profesores

Los profesores

Nicanor Parra (1971)


Los profesores nos volvieron locos

a preguntas que no venían al caso

cómo se suman números complejos

hay o no hay arañas en la luna

cómo murió la familia del zar

¿es posible cantar con la boca cerrada?

quién le pintó bigotes a la Gioconda

cómo se llaman los habitantes de Jerusalén

hay o no hay oxígeno en el aire

cuántos son los apóstoles de Cristo

cuál es el significado de la palabra consueta

cuáles fueron las palabras que dijo Cristo en la cruz

quién es el autor de Madame Bovary

dónde escribió Cervantes el Quijote

cómo mató David al gigante Goliat

etimología de la palabra filosofía

cuál es la capital de Venezuela

cuándo llegaron los españoles a Chile


Nadie dirá que nuestros maestros

eran unas enciclopedias rodantes

exactamente todo lo contrario:

unos modestos profesores primarios

o secundarios no recuerdo muy bien

-eso sí que de bastón y levita

como que estamos a comienzos de siglo-

no tenían para qué molestarse

en molestarnos de esa manera

salvo por razones inconfesables:

a qué tanta manía pedagógica

¡tanta crueldad en el vacío más negro!



Dentadura del tigre

nombre científico de la golondrina

de cuántas partes consta una misa solemne

cuál es la fórmula del anhídrido sulfúrico

cómo se suman fracciones de distinto denominador

estómago de los rumiantes

árbol genealógico de Felipe II

Maestros Cantores de Nuremberg

Evangelio según san Mateo

nombre cinco poetas finlandeses

etimología de la palabra etimología



Ley de la gravitación universal

a qué familia pertenece la vaca

cómo se llaman las alas de los insectos

a qué familia pertenece el ornitorrinco

mínimo común múltiplo entre dos y tres

hay o no hay tinieblas en la luz

origen del sistema solar

aparato respiratorio de los anfibios

órganos exclusivos de los peces

sistema periódico de los elementos

autor de Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis

en qué consiste el fenómeno llamado es-pe-jis-mo

cuánto demoraría un tren en llegar a la luna

cómo se dice pizarrón en francés

subraye las palabras terminadas en consonante


La verdad de las cosas

es que nosotros nos sentábamos en la diferencia

quién iba a molestarse con esas preguntas

en el mejor de los casos apenas nos hacían temblar

únicamente un malo de la cabeza

la verdadera verdad de las cosas

es que nosotros éramos gente de acción

a nuestros ojos el mundo se reducía

al tamaño de una pelota de fútbol

y patearla era nuestro delirio

nuestra razón de ser adolescentes

hubo campeonatos que se prolongaron hasta la noche

todavía me veo persiguiendo

la pelota invisible en la oscuridad

había que ser búho o murciélago

para no chocar con los muros de adobe

ése era nuestro mundo

las preguntas de nuestros profesores

pasaban gloriosamente por nuestras orejas

como agua por espalda de pato

sin perturbar la calma del universo:

partes constitutivas de la flor

a qué familia pertenece la comadreja

método de preparación del ozono

testamento político de Balmaceda

sorpresa de Cancha Rayada

por dónde entró el ejército libertador

insectos nocivos a la agricultura

cómo comienza el Poema del Cid

dibuje una garrucha diferencial

y determine la condición de equilibrio


El amable lector comprenderá

que se nos pedía más de lo justo

más de lo que estrictamente necesario:

¿determinar la altura de una nube?

¿calcular el volumen de la pirámide?

¿demostrar que raíz de dos es un número irracional?

¿aprender de memoria las Coplas de Jorge Manrique?

déjense de pamplinas con nosotros

hoy tenemos que dirimir un campeonato

pero llegaban las pruebas escritas

y a continuación las pruebas orales

(en unas de fregar cayó Caldera)

con una regularidad digna de mejor causa:


teoría electromagnética de la luz

en qué se distingue el trovador del juglar

¿es correcto decir se venden huevos?

¿sabe lo que es un pozo artesiano?

clasifique los pájaros de Chile

asesinato de Manuel Rodríguez

independencia de la Guayana Francesa

Simón Bolívar héroe o antihéroe

discurso de abdicación de O'Higgins

ustedes están más colgados que una ampolleta



Los profesores tenían razón:

en verdad en verdad

el cerebro se nos escapaba por las narices

-había que ver cómo nos castañeteaban los dientes-

a qué se deben los colores del arcoiris

hemisferios de Magdeburgo

nombre científico de la golondrina

metamorfosis de la rana

qué entiende Kant por imperativo categórico

cómo se convierten pesos chilenos a libras esterlinas

quién introdujo en Chile el colibrí

por qué no cae la Torre de Pisa

por qué no se vienen abajo los jardines flotantes de Babilonia

¿por qué no cae la luna a la tierra?

departamentos de la provincia de Ñuble

cómo se trisecta un ángulo recto

cuántos y cuáles son los poliedros regulares

éste no tiene la menor idea de nada


Hubiera preferido que me tragara la tierra

a contestar esas preguntas descabelladas

sobre todo después de los discursos moralizantes

a que nos sometían impajaritablemente día por medio

¿saben ustedes cuánto cuesta al estado

cada ciudadano chileno

desde el momento que sale de la universidad?

¡un millón de pesos de seis peniques!


Un millón de pesos de seis peniques

y seguían apuntándonos con el dedo:

cómo se explica la paradoja hidrostática

cómo se reproducen los helechos

enuméreme los volcanes de Chile

cuál es el río más largo del mundo

cómo se reproducen los elefantes

inventor de la máquina de coser

inventor de los globos aerostáticos

ustedes están más colgados que una ampolleta

van a tener que irse para la casa

y volver con sus apoderados

a conversar con el Rector del Establecimiento


Y mientras tanto la Primera Guerra Mundial

Y mientras tanto la Segunda Guerra Mundial

La adolescencia al fondo del patio

La juventud debajo de la mesa

La madurez que no se conoció

La vejez

con sus alas de insecto

sábado, septiembre 08, 2007

La poesía

La poesía

Vicente Huidobro


Aparte de la significación gramatical del lenguaje, hay otra, una significación mágica, que es la única que nos interesa. Uno es el lenguaje objetivo que sirve para nombrar las cosas del mundo sin sacarlas fuera de su calidad de inventario; el otro rompe esa norma convencional y en él las palabras pierden su representación estricta para adquirir otra más profunda y como rodeada de un aura luminosa que debe elevar al lector del plano habitual y envolverlo en una atmósfera encantada.

En todas las cosas hay una palabra interna, una palabra latente y que está debajo de la palabra que las designa. Esa es la palabra que debe descubrir el poeta.

La poesía es el vocablo virgen de todo prejuicio; el verbo creado y creador, la palabra recién nacida. Ella se desarrolla en el alba primera del mundo. Su precisión no consiste en denominar las cosas, sino en no alejarse del alba.

Su vocabulario es infinito porque ella no cree en la certeza de todas sus posibles combinaciones. Y su rol es convertir las probabilidades en certeza. Su valor está marcado por la distancia que va de lo que vemos a lo que imaginamos. Para ella no hay pasado ni futuro.

El poeta crea fuera del mundo que existe el que debiera existir. Yo tengo derecho a querer ver una flor que anda o un rebaño de ovejas atravesando el arco iris, y el que quiera negarme este derecho o limitar el campo de mis visiones debe ser considerado un simple inepto.

El poeta hace cambiar de vida a las cosas de la Naturaleza, saca con su red todo aquello que se mueve en el caos de lo innombrado, tiende hilos eléctricos entre las palabras y alumbra de repente rincones desconocidos, y todo ese mundo estalla en fantasmas inesperados.

El valor del lenguaje de la poesía está en razón directa de su alejamiento del lenguaje que se habla. Esto es lo que el vulgo no puede comprender porque no quiere aceptar que el poeta trate de expresar sólo lo inexpresable. Lo otro queda para los vecinos de la ciudad. El lector corriente no se da cuenta de que el mundo rebasa fuera del valor de las palabras, que queda siempre un más allá de la vista humana, un campo inmenso lejos de las fórmulas del tráfico diario.

La poesía es un desafío a la razón, el único desafío que la razón puede aceptar, pues una crea su realidad en el mundo que ES y la otra en el que ESTÁ SIENDO.

La poesía está antes del principio del hombre y después del fin del hombre. Ella es el lenguaje del Paraíso y el lenguaje del Juicio Final, ella ordeña las ubres de la eternidad, ella es intangible como el tabú del cielo.

La poesía es el lenguaje de la Creación. Por eso sólo los que llevan el recuerdo de aquel tiempo, sólo los que no han olvidado los vagidos del parto universal ni los acentos del mundo en su formación, son poetas. Las células del poeta están amasadas en el primer dolor y guardan el ritmo del primer espasmo. En la garganta del poeta el universo busca su voz, una voz inmortal.

El poeta representa el drama angustioso que se realiza entre el mundo y el cerebro humano, entre el mundo y su representación. El que no haya sentido el drama que se juega entre la cosa y la palabra, no podrá comprenderme.

El poeta conoce el eco de los llamados de las cosas a las palabras, ve los lazos sutiles que se tienden las cosas entre sí, oye las voces secretas que se lanzan unas a otras palabras separadas por distancias inconmensurables. Hace darse la mano a vocablos enemigos desde el principio del mundo, los agrupa y los obliga a marchar en su rebaño por rebeldes que sean, descubre las alusiones más misteriosas del verbo y las condensa en un plano superior, las entreteje en su discurso, en donde lo arbitrario pasa a tomar un rol encantatorio. Allí todo cobra nueva fuerza y así puede penetrar en la carne y dar fiebre al alma. Allí coge ese temblor ardiente de la palabra interna que abre el cerebro del lector y le da alas y lo transporta a un plano superior, lo eleva de rango. Entonces se apoderan del alma la fascinación misteriosa y la tremenda majestad.
Las palabras tienen un genio recóndito, un pasado mágico que sólo el poeta sabe descubrir, porque él siempre vuelve a la fuente.

El lenguaje se convierte en un ceremonial de conjuro y se presenta en la luminosidad de su desnudez inicial ajena a todo vestuario convencional fijado de antemano.

Toda poesía válida tiende al último límite de la imaginación. Y no sólo de la imaginación, sino del espíritu mismo, porque la poesía no es otra cosa que el último horizonte, que es, a su vez, la arista en donde los extremos se tocan, en donde no hay contradicción ni duda. Al llegar a ese lindero final el encadenamiento habitual de los fenómenos rompe su lógica, y al otro lado, en donde empiezan las tierras del poeta, la cadena se rehace en una lógica nueva.

El poeta os tiende la mano para conduciros más allá del último horizonte, más arriba de la punta de la pirámide, en ese campo que se extiende más allá de lo verdadero y lo falso, más allá de la vida y de la muerte, más allá del espacio y del tiempo, más allá de la razón y la fantasía, más allá del espíritu y la materia.

Allí ha plantado el árbol de sus ojos y desde allí contempla el mundo, desde allí os habla y os descubre los secretos del mundo.
Hay en su garganta un incendio inextinguible.
Hay además ese balanceo de mar entre dos estrellas.
Y hay ese fiat lux que lleva clavado en su lengua.


(Fragmento de una conferencia leída en el Ateneo de Madrid, 1921).

sábado, agosto 04, 2007

Cómo decir poesía

Cómo decir poesía

Leonard Cohen (*)


Por ejemplo la palabra mariposa. Para usar esta palabra no hace falta aligerar la voz, ni dotarla de pequeñas alas empolvadas, ni inventar un día soleado o un campo de narcisos, ni estar enamorado, ni estar enamorado de las mariposas. La palabra mariposa no es una mariposa de verdad. Está la palabra y está la mariposa. La gente tendrá todo el derecho a reírse de tí si confundes estos dos conceptos.

No le des tanta importancia a la palabra. ¿Qué quieres transmitir, que amas a las mariposas con más perfección que nadie o que entiendes realmente su naturaleza? La palabra mariposa no es más que un dato. No te da pie a revolotear, elevarte, proteger las flores, simbolizar la belleza y la fragilidad o interpretar de alguna forma a una mariposa.

No representes las palabras. No representes nunca las palabras. No intentes nunca despegar del suelo cuando hables de volar, ni gires la cabeza y cierres los ojos cuando hables de la muerte. No me mires con ojos ardientes cuando hables del amor. Si quieres impresionarme al hablar del amor, métete la mano en el bolsillo o debajo del vestido y acaríciate. Si tu ambición y tu hambre de aplausos te ha llevado a hablar del amor, debes aprender a hacerlo sin desacreditarte a ti mismo ni lo que dices.

¿Qué expresión podría definir a nuestra época? Nuestra época no tolera expresión alguna. Todos hemos visto fotografías de madres asiáticas desoladas, así que no nos interesa la agonía de tus órganos achacosos.Nada de lo que puedas expresar con tu cara tiene parangón con el horror de nuestro tiempo. No lo intentes siquiera. Sólo merecerías el desprecio de los que ha sido tocados en lo más hondo.

Todos hemos visto noticieros con seres humanos embargados por el dolor y la desazón. Todos sabemos que comes como Dios manda y que hasta te pagan para que te subas a un escenario. Estás tocando para gente que ha vivido catástrofes, así que tranquilízate. Di las palabras, transmite los datos y hazte a un lado.

Todos sabemos que sufres. No puedes contarle al público todo lo que sabes del amor en cada verso de amor que digas. Hazte a un lado: la gente sabrá lo que tú sabes porque ya lo sabía. No tienes nada que enseñarles. No eres más hermoso que ellos. Ni más sabio. No les grites. No fuerces una entrada en seco. Eso es sexo mal practicado. Si muestras el contorno de tus genitales, entrega lo que prometes. Y recuerda que, en el fondo, la gente no quiere acróbatas en la cama.

¿Qué necesitamos? Estar cerca del hombre natural, estar cerca de la mujer natural. No quieras ser un cantante venerado por un público numeroso y leal que desde siempre ha seguido los altibajos de tu carrera. Las bombas, lanzallamas y demás mierdas han destruido algo más que árboles y poblados. También han destruido los escenarios. ¿Acaso creías que tu profesión iba a escapar de la destrucción general? Ya no hay escenarios. Ya no hay candilejas. Estás entre la gente, por tanto sé modesto. Dí las palabras, transmite los datos y hazte a un lado. Quédate sólo. Quédate en tu habitación. No montes un número.

Se trata de un paisaje interior. Está dentro y es privado. Respeta la intimidad de tus textos pues fueron escritos en silencio. La valentía de la interpretación es decirlos. La disciplina de la interpretación es no violarlos. Deja que el público sienta tu amor por la intimidad aunque ésta no exista. Sé una buena puta.

El poema no es un eslogan. No puede promocionarte. No puede fomentar tu reputación de sensible. No eres un semental. No eres un ladrón de corazones. Tanto gánster del amor y tanta tontería. Eres un estudiante de disciplina. No representes las palabras. Las palabras mueren cuando las representas, se marchitan, y no nos queda más que tu ambición.

Di las palabras con la precisión exacta con que comprobarías la ropa para lavar. No te conmuevas con una blusa de encaje. Unas braguitas no tienen por qué ponértela dura. No tiembles al ver una toalla. Las sábanas no han de dibujar una expresión de ensueño alrededor de tus ojos. No hace falta que llores en el pañuelo. Los calcetines no están ahí para evocarte extraños y lejanos viajes. No es más que tu ropa para lavar. No es más que tu ropa. No seas un mirón escudriñando a través de ella. Limítate a llevarla puesta.

El poema es mera información. Es la constitución de la patria interna. Si lo declamas y lo hinchas con nobles intenciones, no eres mejor que esos políticos que tanto desprecias. No haces más que agitar una bandera y llamar patéticamente a la patriotería emocional. Piensa en las palabras como ciencia, no como arte. Son un informe. Es como si dieras una conferencia en la Federación de Montañismo. Las personas que te escuchan conocen todos los riesgos de la escalada y te honran dando por sentado que lo sabes. Si se los pasas por la cara, estás insultando la hospitalidad que te ofrecen. Infórmales de la altitud de la montaña, describe el equipo que utilizaste, especifica el tipo de superficie y fija el tiempo que duró la escalada. No busques dejar al público boquiabierto. Si el público se queda boquiabierto, no será debido a tu apreciación de los hechos, sino a la suya. Tu mérito estará en la estadística y no en las inflexiones de tu voz ni en los ademanes enérgicos de tus manos. Estará en los datos y en la tranquila organización de tu presencia.

Evita las florituras. No temas ser débil. No te avergüences de estar cansado. Tienes buen aspecto cuando estás cansado. Parece como si pudieras seguir y seguir sin parar.

Y ahora ven a mis brazos. Eres la imagen de mi belleza.

(*) La separación en párrafos es mía. No encuentro el texto y/o la fuente original. Gracias Rubén Valle por este hermoso regalo.

viernes, junio 22, 2007

Marea

Para algunas personas mantener un blog es el ejercicio diario de un puñado de obsesiones. Para otras, un lugar donde contar, y, supuestamente, compartir, sus anécdotas domésticas, sus gustos artísticos (especialmente musicales, literarios y cinematográficos); donde debatir, a espasmos irregulares, acerca de un manojo de ideas políticas, teorías de economía social o posibles lecturas acerca de las múltiples hipocresías del mundo. Otras personas se concentran en la gastronomía, la poesía, los viajes, las recetas sexuales o la simple contemplación de sí mismos. Denle una mirada a los blogs de Blogger: mucha oenegé, mucha intención cultural o mucho espejo narcisista. En cualquier caso, los blogueros ocupan su ocio en comunicarse con el Otro. Y lo logran (mos). Parece, después de todo, que tanto hipertexto diverso y caprichoso, ciego e impreciso, en general olvidable, tiene, además, otro destino que el de ser una cita con su sombra.

domingo, mayo 20, 2007

La Cofradía de la Flor Solar / Kundabuffer


Recomendación narcisista (o sea, acrítica, proselitista y con derecho a capricho)

Los/as invito a visitar la página de La Cofradía de la Flor Solar, de la cual se puede bajar completo y gratis Kundabuffer, el último disco de esta banda no por histórica menos vigente del rock argentino.

http://www.lacofradiadelaflorsolar.com/inicio.html

Morcy Requena, Sebastián Rivas y Gustavo Meli componen y ejecutan los doce temas de la placa "virtual" como si hubieran tocado el borde áspero de la música. El arte es de Rocambole. Las letras son de un par de poetas sin redención. Entre ellos, yo. Pasen y escuchen.

martes, febrero 27, 2007

Detesto la Fiesta de la Vendimia

Aborrezco el artificio. Detesto el montaje de una fiesta oficial en la que el concepto "popular" es asimilado al de "concurrencia", la ideologización arbitraria de una etnia plural es encasillada en una fórmula folclórica maloliente y el interés económico es disfrazado de interés cultural (¡ja!) y por ende, turístico.
Entre el realismo sin magia (léase vírgenes de las carretillas, san martines pasteurizados, viñas romantizadas, inmigrantes sin elección y cosechadores golondrina mal pagados) y el simbolismo más rastrero (léase falsa devoción, nacionalismo hipócrita, inclemencias climáticas y pura avaricia empresarial), la fiesta discurre entre la autocensura y la falta de imaginación, la obligación civil y la pauta mediática.
Mientras es televisada en directo a todo el país y la prensa extranjera se extasía frente al exotismo (o sea, periodismo triple XXX), ninguna bodega, nunca, pone dinero real. Ni siquiera para figurar. Esto debe ser leído como un significante de fondo.
Detesto las puestas en escena acríticas. La Fiesta de la Vendimia es una mentira. La Fiesta de la Vendimia es un concurso de conveniencia política. La Fiesta de la Vendimia es una obligación en el calendario oficial. De popular no tiene nada. Para los mendocinos no es una causa, es el entretenimiento de la temporada febrero/ marzo.
La carita bonita con/ sin cerebrito que resulta Reina de la Vendimia es tapa dos días al año en Mendoza. Después, desaparece debajo de la corona. No existe. Claro que "sirven" para el bordado berreta de esa intra historia vendimial que los medios necesitan, se empeñan en rescatar (no hay otro verbo) año tras año.
La Fiesta de la Vendimia es como sus fuegos artificiales. Pura forma sin fondo.

domingo, febrero 18, 2007

Cosecha urbana

Acabo de leer en público. Usé un puñado de poemas inquietantes, dispuse a discreción de mi voz y el lado A de mi versión social me acompañó. El contexto era el ciclo Cosecha urbana, un buen título para un resultado con sabor a poco. La propuesta era, básicamente, "música gratis" con un par de añadidos, como siempre. En este caso, los adjuntos fueron poesía + fotografía. Los músicos (Alejandro Sicardi y Miguel López) tallaron bien el crepúsculo de un domingo profesional, del nombre del/los fotógrafos/as cuyas imágenes tapizaron insistemente la velada nadie se enteró y la poesía tuvo lugar porque estuve ahí, también, lo admito, en faz profesional. En este punto, vuelvo a decirlo, los que van a cobrar algo de dinero, tarde o temprano, son los músicos. A los "añadidos" no se nos considera parte del espectáculo y por lo tanto no sólo no merecemos cobrar, sino que debemos dar las gracias por la invitación. Más allá de las buenas intenciones de los organizadores, La Jarilla Producciones, y de la "auspiciante" y permeable Dirección de Cultura de la Municipalidad de Capital, el encuentro carece de pasión. Todo muy acotado, muy cuadrado, muy sobrio. Muy aburrido. No sé qué pensaron y se llevaron a sus casas los vecinos de las cuadras aledañas (no más de 40 fluctuantes personas) del enjambre musical/ visual/ poético. Creo que no fue mucho. Apenas un momento de amable distracción.